Clínica dental en Durango
La clínica
La clínica dental Viteri esta ubicada en el centro de Durango, nuestro objetivo es ofrecer el mejor servicio en Odontología a nuestros pacientes. Es una clínica dedicada a la integración de todas las disciplinas de la odontología, conocido esto como odontología multidisciplinar.
Queremos ofrecerle un tratamiento completo, personalizado y que cumpla sus expectativas. Para llevarlo a cabo, la clínica consta con unas modernas instalaciones. Contamos con 3 gabinetes perfectamente equipados, un escáner dental 3D, una sala de espera cómoda y una zona de esterilización perfectamente equipada que nos permite garantizar a nuestros pacientes una total seguridad durante sus tratamientos.
Adquirimos un compromiso con nuestros pacientes para ofrecerles una Odontología de calidad. Basamos nuestra práctica en dar la mejor calidad asistencial a nuestros pacientes, tomándonos el tiempo necesario para diagnosticar, planificar y realizar nuestros tratamientos.




Equipos tecnológicos
La clave fundamental para un tratamiento adecuado es la obtención de un diagnóstico correcto. Para ello en nuestra clínica disponemos de nuevas herramientas de tecnología odontológica, que nos ayudan a realizar un diagnóstico certero y nos permitirán ofrecer un tratamiento con la máxima seguridad.

TAC dental
Incorporamos los últimos avances en radiodiagnóstico que nos permiten obtener unas imágenes de alta calidad con las que podremos obtener una visión clara de la anatomía dental y de los maxilares y realizar diagnósticos y planes de tratamiento precisos y seguros. Además esta moderna aparatología nos ofrece una mayor precisión con una dosis mínima de radiación.
Este escáner nos permite la colocación de implantes de forma segura y predecible. Además, tener de antemano la información en 3D del hueso acorta los tiempos quirúrgicos y nos evita contratiempos durante la cirugía. Podemos obtener una medición exacta del volumen y densidad ósea en la zona a intervenir siendo ésta una información valiosa para el éxito de nuestros implantes.
De hecho, en implantología, la tasa de éxito de los implantes se ha incrementado significativamente gracias a las mediciones pre-implantarias.
Con este TAC dental podemos realizar una adecuada planificación del caso y nos permite escanear el modelo de la boca del paciente para integrar modelo e imagen radiológica para poder fabricar férulas para cirugía guiada.
También lo empleamos para el diagnóstico y tratamiento en casos complicados de endodoncia ya que nos ayuda a determinar la anatomía de las raíces de los dientes y de los conductos, diagnosticar las lesiones apicales y las fracturas, ver la relación de las raíces con estructuras adyacentes, etc.
Podemos ver además, la posición exacta de dientes retenidos (que no han erupcionado) y poder saber de antemano cual es el mejor acceso para traccionar de ellos.
Podemos también comprobar la neumatización de los senos maxilares, nos ayuda a diagnosticar trastornos de la articulación temporomandibular,….
Todo ello sabiendo que las máquinas más modernas consiguen obtener imágenes no sólo mejores sino con significativamente menor radiación.

Medidor de estabilidad implantaria
La tecnología detrás de medidor RFA se llama Análisis de Frecuencia de Resonancia (RFA) y la unidad de medida se denomina Cociente de Estabilidad del Implante (ISQ) que es un estándar mundial para medir la estabilidad de un implante. El análisis de frecuencia de resonancia a día de hoy es el único método fiable para medir la estabilidad del implante y monitorizar su oseointegración.
Podemos realizar de forma más eficaz la toma de decisiones de carga inmediata de los implantes y de carga definitiva evitando así fracasos en los implantes. Esto es especialmente importante cuando se utilizan procedimientos con tiempos de tratamiento más cortos o cuando se trata a pacientes en riesgo.
El intervalo clínico de ISQ oscila por lo general entre 55 y 80. Los valores más altos se obtienen en huesos de mayor densidad pero por lo general sabemos que valores ISQ por encima de 70 se corresponden con una alta estabilidad, valores entre 60 y 69 se consideran una estabilidad media y por debajo de 60 baja estabilidad. Aunque también es interesante monitorizar estos valores en dos momentos diferentes (por ejemplo la colocación del implante y la carga definitiva) para saber si los valores aumentan o descienden, lo que nos aportará datos sobre la cicatrización ósea.